La firma de un convenio entre Enseñanza y representantes de empresas e instituciones han dado lugar a la creación de cuatro nuevos ciclos de FP dual...
Esta modalidad supone dividir el ciclo en formación teórica y prácticas en empresas, y más de un 40% de los alumnos que realizaron ciclos de esta modalidad fueron contratados en las empresas donde realizaron sus prácticas.
Se ha calificado esta acción como “modelo de éxito”, puesto que este tipo de formación está teniendo muy buena acogida entre los estudiantes que buscan una oportunidad en el mundo de la formación y en el mundo laboral, a la vez que se cubren las necesidades que las distintas empresas pueden llegar a tener en cuanto a personal.
La persona que cursa el ciclo adquiere una formación teórica en el centro de formación profesional pertinente para aplicar esos conocimientos a su trabajo en prácticas en la empresa donde sea requerido. De esta manera se estará abriendo una puerta para que esa persona pueda ganar experiencia o conseguir un empleo cualificado.
Tanto la empresa como el centro formativo acuerdan una serie de evaluaciones y seguimiento de los estudiantes que están aprendiendo.
Durante el período en el que el alumno está en la empresa, existen dos fases a seguir por este. Una primera en la que el estudiante acude a la empresa para trabajar en régimen de prácticas y así poder observar y conocer el funcionamiento de sus tareas.
La segunda fase se daría al terminar la estancia en prácticas, y se iniciaría la realización del trabajo de manera remunerada a través de la firma de un contrato o de la dotación de una beca.
Por último, cada alumno tiene unas tareas formativas diferentes para llevar a cabo en la empresa que, previamente, se han acordado, al igual que el horario y el calendario por el que regirse.